Los gatos son animales que, por lo general, se estresan bastante con los cambios. Por eso es fundamental saber cuál es la forma más adecuada de llevar a tu gato al veterinario para intentar reducir el estrés del momento lo máximo posible.
Además, lo ideal es empezar a practicar con tiempo, ya que si esperas justo al momento de ir, será demasiado tarde para que la experiencia sea positiva.
En este artículo, voy a darte 5 tips para que empieces a aplicarlos desde ya y espero que, si tienes que usarlos sea dentro de mucho tiempo o para una visita rutinaria ¡Empezamos!
1. Habitúa a tu gato al transportín en casa con comida
Puedes ponerle la comida dentro y hacer que vaya acostumbrándose a entrar para comer todo los días. De esta manera, de forma indirecta, irá relacionando el transportín con algo positivo.
Además, es importante que las puertas del trasportín estén quitadas o abiertas para que puedan entrar y salir con facilidad, sin que se sientan encerrados en ningún momento.
2. Utilizar el transportín como camita a diario para tu gato
Otra opción es colocar el trasportín en una zona de descanso para tu animal y métele dentro una camita o una mantita que le guste. De esta manera, tu gato lo usará como guarida y se acostumbrará sin darse cuenta.
De nuevo, recuerda quitar o dejar abierta la puerta del transportín para que tu gato pueda entrar y salir cuando le apetezca.
3. Practica cerrar la puerta del transportín de tu gato
Cuando llegue el día que tengáis que salir de casa, será genial que hayáis practicado el estar dentro del transportín con la puerta cerrada.
Para eso, tendremos que abrir y cerrar la puerta a lo largo de los días, para que esté acostumbrado cuando llegue el momento. Para conseguirlo, puedes ayudarte con comida e ir cerrando progresivamente. Puedes ver en este video cómo lo hago.
4. ¿Cómo vamos al veterinario? Piensa en el momento del transporte
Piensa si llegado el día, irías andando, en coche, taxi, etc. para estar preparado y después, vayas como vayas, intenta tapar el transportín con una tela para que tu gato se sienta lo más seguro posible dentro.

5. Seguridad en la sala de espera del veterinario
Una vez que ya estéis en el veterinario, intenta colocarte en el lugar más tranquilo posible para tu gato mientras estáis en la sala de espera. Por ejemplo, aléjate lo máximo posible de perros. Lo ideal es que haya una sala de espera para gatos en el veterinario.
Si no es posible, por algún motivo y es una opción segura, puedes esperar en el coche a que sea vuestro turno. Recuerda comprobar la temperatura por ejemplo. También puedes rociar el trasportín con feromonas en spray, para ayudar a tu gato que vaya más tranquilo.
En definitiva, como ves en este artículo, puedes ir preparando la visita al veterinario de forma progresiva y casi sin darte cuenta, para que llegado el caso, tu gato viva la experiencia de la mejor manera posible.
Si no te queda claro algún paso, o tienes alguna situación particular que quieras comentar conmigo, no dudes en pedirme cita.
Debe estar conectado para enviar un comentario.