¿Tu gato se hace pis fuera de su bandeja de arena? ¿La casa tiene un olor muy fuerte y es desagradable? ¿Has regañado al gato e intentado de todo pero sigue orinando por toda la casa? En mis sesiones me preguntan mucho por este problema de comportamiento ya que es uno de los más frecuentes en etología felina.
En este caso no lo he vivido personalmente con uno de mis gatos pero recuerdo un caso muy interesante que traté en mis sesiones: Leo.
En primer lugar, es importante averiguar a qué se debe este problema de comportamiento. Hay varios diagnósticos diferenciales. Puede ser que al gato no le guste la bandeja de arena que tiene. Por otro lado, podría ser marcaje de su territorio. También podría tratarse de estrés como, por ejemplo, un conflicto con otro gato de la familia. Asimismo, podría ser que no ha aprendido a orinar correctamente. Finalmente, podría ser un signo de demencia en el gato.
En el caso de Leo, lo primero fue conocer si a nivel veterinario estaba todo bien por si tenía dolor o infección de orina, por ejemplo. El veterinario encontró cistitis, se trató y después continuó el marcaje. Entonces fue cuando se trató como marcaje territorial desde comportamiento. Desde el punto de vista del comportamiento, los orines eran pequeños y en superficies verticales. Leo también usaba sus bandejas de arena.
Tras muchas preguntas sobre todas las áreas del gato me llamó la atención que los marcajes eran sobre todo en la zona de entrada de la casa. Y su tutora cayó en la cuenta de que últimamente veía un gato rondar por el barrio. Parecía existir cierta relación en que el otro gato de la calle pasara por el jardín de su casa y Leo marcara tanto dentro de casa como fuera. De forma que se trataba de un marcaje territorial.
Para tratarlo, por un lado, hay que potenciar el bienestar del gato. En el caso de Leo se fue cambiando poco a poco las bandejas de arena que más le gustaban, los recursos necesarios y bien colocados, entre otras pautas.
Por otro lado, para tratar el problema de conducta había que gestionar la causa. Afortunadamente la tutora de Leo es voluntaria de una asociación protectora de perros y gatos de la zona y trabajaron para ayudar al gato que vivía en la calle sin familia. Cuando el gato de la calle ya no merodeó por la casa de Leo, éste dejo de marcar.
Así que Leo ganó en calidad de vida, sin estrés y mayor bienestar. Y su familia disfruta más de él, sin frustraciones y recuperando el buen olor de su hogar.
Si tú también tienes un problema de comportamiento con tu gato cuenta conmigo. Pide tu cita.